Arcaicos vientos para nuevas banderas

[pullquote align=»left|center|right» textalign=»left|center|right» width=»30%»]Se distancian los quintiles, ricos y pobres[/pullquote]
Mejorar la distribución del ingreso es tarea difícil y de largo plazo en cualquier economía en desarrollo; para que el ingreso medio de los grupos de bajos y medianos ingresos crezca más rápidamente que el de los altos ingresos sin mayores costos en términos de eficiencia, supone cambios estructurales e institucionales que a su vez modifiquen las rigideces que reproducen las condiciones que llevan a la permanencia de la concentración del ingreso.

1-cepal-paraguay-comisión-feudos-sojeros-wilson-saguier- 2-cepal-paraguay-comisión-feudos-sojeros-wilson-saguier- 3-cepal-paraguay-comisión-feudos-sojeros-wilson-saguier- 4-cepal-paraguay-comisión-feudos-sojeros-wilson-saguier- 5-cepal-paraguay-comisión-feudos-sojeros-wilson-saguier- 6-cepal-paraguay-comisión-feudos-sojeros-wilson-saguier-Durante los últimos 24 años, de la venida de la democracia en Paraguay, se ha tenido que lidiar en el ámbito económico con una pesada herencia que nos dejaron 35 años de régimen dictatorial: un 60% de la población sumida en la pobreza y una regresiva distribución del ingreso y la riqueza.

A la hora de hacer las cuentas podemos constatar que el nivel de pobreza ha ido retrocediendo sistemáticamente en América y el Caribe Latina, menos en Paraguay, en donde los ricos llegaron acaparar el 52% de la riqueza mientras los pobres apenas el 3,8% hasta situarse en el lugar más bajo de la región (según la CEPAL) y de una pobreza extrema de 28%, porcentajes muy por encima de las cifras oficiales que hablan de un aproximado de 35% de pobreza y 20% de indigencia.

Pero la distribución del ingreso, y por tanto los niveles de desigualdad, prácticamente no han variado; la información proporcionada por la CEPAL muestra en ésta un leve mejoramiento, que es auspicioso sin duda, pero lejos de lo alcanzado en países de la región.

La CEPAL señala que en el 2013, Paraguay tiene una de las distribuciones del ingreso más desiguales entre los países emergentes. Se señala que en el 2002 Paraguay tenía un porcentaje de ingreso de 4,2% entre los pobres, en 2012 el ingreso de los pobres es de 3,8%, o sea, disminuyo la el ingreso del quintil más pobre, destaca la publicación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

Paraguay es el único país del cono sur que registró un aumento en la brecha de ingresos entre los quintiles más pobres y más ricos, de acuerdo con el último informe de la CEPAL.

Esto se debe al crecimiento económico registrado en los últimos años, que en promedio ha sido de casi un 12%, como consecuencia de la fuerte dependencia de la economía del sector agrícola, que en muchos casos no se transforma en más fuentes de trabajo ni se derrama a todos los sectores económicos, coinciden varios economistas.

Algunos han querido justificar este fenómeno aduciendo que primero había que preocuparse de la pobreza y después del tema distributivo, sin tener en cuenta que elevados niveles de desigualdad hacen más difícil reducir la pobreza.

Según la experiencia en Paraguay, el crecimiento económico ha sido neutro para la distribución, toda vez que este crecimiento, arrastrando el empleo hace disminuir el nivel de pobreza sin afectar las brechas de ingresos existentes.

Dicho de otra forma: “…cuando crece la marea avanza la flota, pero la distancia entre los barcos se mantiene. Lógicamente desde el punto de vista socio económico, cuando la distancia de ingresos es entre 4 millones de guaraníes y 300 mil, un aumento de 10% para cada cual no tiene las mismas consecuencias.

Mejorar la distribución del ingreso es tarea difícil y de largo plazo en cualquier economía en desarrollo; para que el ingreso medio de los grupos de bajos y medianos ingresos crezca más rápidamente que el de los altos ingresos sin mayores costos en términos de eficiencia, supone cambios estructurales e institucionales que a su vez modifiquen las rigideces que reproducen las condiciones que llevan a la permanencia de la concentración del ingreso.

Los países hoy desarrollados y particularmente los países escandinavos lo han logrado y se sitúan en los primeros lugares de la equidad. ¿Cuáles son esas rigideces que, en el caso de Paraguay, es necesario remover a fin de mejorar la distribución del ingreso? Sin pretender ser exhaustivo mencionaremos brevemente las siguientes.

LA PRIMERA, y que concita un gran consenso político es eliminar la mala calidad en la educación para los jóvenes que vienen de hogares con bajos ingresos.

Se ha creado una segregación social en el acceso a la educación de calidad que se hará insostenible a largo plazo. Se trata, en consecuencia, primero de un problema de justicia a fin de evitar un apartheid respecto al conocimiento, y posteriormente en un tema económico ligado al desarrollo del capital humano necesario para sostener el crecimiento futuro apoyado en una creciente fuerza de trabajo calificada, de elevada productividad y mejores salarios.

LA SEGUNDA, es elevar la participación femenina en el mercado del trabajo, hoy del orden del 40% de la ocupación; esto es especialmente significativo en los hogares de medianos y más bajos ingresos, pues un segundo salario puede influir en un mejoramiento en la distribución y los niveles de pobreza.

Como es sabido, los factores limitantes de una mayor participación femenina son: la disponibilidad de trabajo a jornada parcial, subsidios para el cuidado infantil, y tratamiento impositivo para los efectos del segundo salario en el hogar.

Respecto al primer factor existe hoy una gran flexibilidad en la ley laboral para desarrollar esta modalidad de contrato, respecto a los otros dos estamos en los prolegómenos.

EL TERCER elemento a considerar en el tema distributivo y que está presente en toda la literatura que aborda este tema, es la concentración de activos productivos o financieros en pocos agentes, o más conocida como concentración de la riqueza o del patrimonio.

En el caso de Paraguay y también al nivel mundial, semana a semana hay registro de grandes operaciones de «absorción y fusión» de empresas que apuntan hacia una mayor concentración de la riqueza.

Como el escorpión, está en la naturaleza del desarrollo capitalista generar mayor concentración de activos y la globalización ha agudizado esta tendencia. Esto siempre ha sido así y no es malo para el desarrollo tecnológico y la competitividad que existan grandes empresas privadas.

Pero en el mundo desarrollado y particularmente en las experiencias social demócratas escandinavas, existen al nivel de la sociedad mecanismos compensadores, como el pago de elevados impuestos sobre las utilidades de las empresas, sobre los beneficios de la propiedad (intereses, dividendos) o el impuesto progresivo al ingreso, que de una u otra manera permite hacer políticas distributivas que compatibilizan concentración de la riqueza y buena distribución del ingreso.

Más aún, esos mecanismos compensadores no impiden que las economías señaladas se sitúen al nivel mundial en los primeros lugares de la competitividad. En el caso paraguayo, la concentración de la riqueza actual tiene primero un origen oscuro en los regímenes anteriores y que continúa con la administración exclusiva del poder en pocas manos.

Todo ello, con mecanismos compensatorios muy débiles ya sea en el ámbito tributario o de regulación de tarifas (transporte público, combustibles) con rentas monopólicas, y defensa de oligopolios, por parte del Estado, (supermercados, contrabando).

La negociación colectiva entre trabajadores y empleadores es sin duda el mecanismo clásico en que, por la vía de los contratos y de manera masiva, se puede mejorar la distribución del ingreso, pues es en la distribución funcional o primaria del ingreso (antes de las transferencias o subsidios redistributivos) donde se negocia la repartición de las ganancias de productividad generada en las empresas ganaderas y sojeras, que no dejan un solo dólar en Paraguay.

Los feudos sojeros del siglo XXI resultan más dañinos, que los feudos del siglo XII. El contrato feudal del siglo XII concedía, por parte del amo el derecho a comer de la tierra del amo, obligándole a quien las recibía a guardar fidelidad de vasallo al donante. En la actualidad, ese mismo campesino no tiene ningún derecho, siquiera a poseer la tierra, a trabajarla, ni a comer de ella. Un solo feudo en Paraguay tiene una superficie de 1.400.000 hectáreas, es decir, un millón cuatrocientas mil canchas de fútbol.

Si el fruto de esa tierra, se distribuyera entre los dos millones de familias campesinas pobres, la comida no faltaría y la pobreza lentamente desaparecería. Como valor agregado, el Estado paraguayo habría solucionado el grave problema del hambre en el campo.

Finalmente, aunque la distribución de la riqueza, la especialización en recursos naturales ha limitado a la economía paraguaya en tener ciclos importantes de crecimiento de los más pobres, la matriz exportadora poco diversificada y el beneficio que el Gobierno le presta. Al vetar la Ley de impuesto a las exportaciones, de solo el 10%, el Estado dejo de percibir U$S 500 millones, (quinientos millones de dólares), esto influye hace más de quince años severamente en la permanencia de la desigualdad.

Avanzar en las cadenas productivas hacia un mayor grado de elaboración manufacturera o de servicios especializados, mayores serían las oportunidades de aprendizaje e innovación y por tanto mayor la necesidad de mano de obra calificada con mejores salarios.

Mejorar la distribución del ingreso no tiene atajadero, pasa por medidas que requieren mayorías políticas muy sólidas pues los efectos maduran en el mediano y largo plazo. Corregir el modelo tiene mucho que ver con estas medidas.

Diciembre 2013.-

 

 

Lectura Adicional

VIEJOS DESENFRENOS EN ODRES VIEJOS

Reclamos por la desigualdad; «Hicimos esta manifestación frente al Congreso porque es el poder ejecutor, la herramienta de las clases privilegiadas para oprimir a la gente humilde Pero la reacción policial fue desmedida e injustificada»,

El reclamo lo hizo, Wilson Saguier, de la organización Desde Abajo, agregando que; «…no se puede seguir tolerando la injusticia social que se da en detrimento de las grandes mayorías».

El enfrentamiento entre pobladores del Bañado Sur y antimotines de Policía Nacional se produjo en la Plaza de Armas, en donde estaban con pancartas unos 15 manifestantes con niños menores de diez años frente al Congreso, con un manifiesto de tres puntos, que no fue posible leer, debido a la agresión policial, que dejo un saldo de cuatro personas heridas por impacto de balines de goma, entre ellas una niña de solo 9 años, que fue alcanzada por dos balines.

El malentendido, surgió cuando el grupo de personas intentaban entregar el manifiesto junto al PaŽi José Valpuesta, de la Iglesia Católica Cristo Solidario, del Bañado Sur, explicando que la movilización por cierto era pacífica, «…jamás la Iglesia Católica va a apoyar la violencia» manifestó, los efectivos policiales reaccionaron con violencia, «con una ferocidad propia de tiempos de Stroessner», definió.

Los uniformados arremetieron contra los manifestantes cuando estos intentaban entregar el manifiesto en el cual sientan su rechazo a la desigualdad social, la ley de militarización y el plan de desalojo de familias por parte de la Comuna capitalina para instalar un parque industrial.

Puntualizó que; «…pesan más las familias perjudicadas, que los fines de lucro que esta buscando la empresa privada» dijo estar en resistencia permanente «No aceptamos el desalojo que quiere aplicar el Municipio en contra de familias que por más de 60 años habitan el Bañado Sur para poner un parque industrial; es inaceptable Son más de 40 familias que serán afectadas y no aceptaremos un proyecto de esa naturaleza».

En el descargo el comisario Esteban Moreno explicó que; «… los manifestantes querían llegar hasta el Congreso y que un grupo de 10 personas forzó la valla de seguridad, razón por la cual los uniformados no tuvieron otra opción que impedir que cometan tal irregularidad» señalo.

Agregando que se vieron obligados a reprimir a toda esa gente, ya que estos también actuaron con violencia. Contó que un oficial fue herido en la cabeza al ser alcanzado por una piedra.

El repudio no se hizo esperar, la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA) pidió explicaciones del hecho, y lo calificó como brutal represión. Pidió al Ministerio del Interior abrir una investigación y aplicar sanciones ejemplares a los policías que intervinieron en el operativo, además instó a la Secretaría de la Niñez garantizar el bienestar de los niños.

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