[pullquote align=»left|center|right» textalign=»left|center|right» width=»30%»]La voz del sentimiento liberal [/pullquote]«Es conveniente hacer notar que en la historia de los países, aquellos elementos que se consideran como valores de orientación del sistema, generalmente corresponden a creaciones colectivas no espontáneas sino inducidas desde la política y desde sus liderazgos. Ese es el papel de los constructores de institucionalidad y democracia, y parte de la obligación de la política, al margen de cualquier cálculo, para que los símbolos que esa creación genera, sean aceptados y queridos por todos».
No existe en la historia de Paraguay un partido con más carga psicológica ni más rincones doctrinarios que el Partido Liberal. Se nota a la hora de las decisiones o al encarar sus responsabilidades de su actuar. Su nicho electoral histórico, siempre entre un 22% y un 25% de los votos, poco dice de su trascendencia en la política nacional.
Dos Presidentes y medio, los dos presidentes de antaño eran liberales de viejo cuño, el medio, un ambicioso golpista por decir lo menos. Muchos militantes muertos por la dictadura, en época de represión colorada, y la encarnación viva del buen político como parte de sus filas: Domingo Laíno y Luis Alberto Wagner.
LA CONVENCIÓN LIBERAL
Con incidentes se inicio la convención del Partido Liberal Radical Auténtico, quedo al descubierto los incipientes nuevos liderazgos y los de ultra derecha de la nucleación política.
Se pudo visualizar un partido dividido entre izquierdas y derechas. El presidente del liberalismo, senador Miguel Abdon Saguier, ayudo, ante abucheos a que se imponga la propuesta del senador Blas Llano, dando la palabra a quienes no eran convencionales, regulándoles el estrado a 702 convencionales asistentes en el podio a tres minutos de tiempo para exponer y miles de liberales en la convención nacional del PLRA, en la que se bajó la línea política «camuflada » por los gobernadores también se impuso.
Todo mezclado en una orgánica difusa y contaminada de burocratismo, que recibe activistas políticos de diferentes orígenes, en corrientes internas casi imposibles de compatibilizar en una tienda política, y en un ambiente caldeado. Es el carácter nacional del Partido Liberal Radical Autentico (P.L.R.A.), sostienen algunos dirigentes.
Tal vez el (P.L.R.A.) no sea el principal soporte político de este gobierno, pero sin duda es el más vistoso. Luce de manera impúdica ante la opinión pública, sus críticas a la conducción de lo que ellos pusieron en el Palacio de los López, caen en el vacío, encabezada por la propia militancia de ultra derecha, no visible del PLRA.
El objetivo tácito es eliminar el requisito de antigüedad partidaria para habilitar la candidatura de «outsiders», con miras a las elecciones municipales de 2015 y presidenciales de 2018.
El Partido Liberal fue el primer partido en iniciar una coalición, arrastrando las fuerzas de izquierda y triunfando para llevar al ex obispo Fernando Lugo a la Presidencia de la República, esta historia la quieren volver a repetir, para lo cual cambiarían los estatutos partidarios. Creemos que el pueblo liberal de más bajos recursos, no lo podrá resistir dijo un convencional.
Durante la jornada llena de incidentes y varios abucheos, la convención nacional del PLRA resolvió cambiar sus estatutos en seis meses para habilitar candidatos «outsiders » y bajó una línea política de oposición «moderna » que buscará construir acuerdos con el Gobierno.
La propuesta fue respaldada por Blas Llano, los Franco y Carlos Amarilla y la cúpula de senadores que incluye al presidente del liberalismo, Miguel Abdon Saguier, todos «…designados a dedo por ellos mismos para ser senadores». Este fue el mayor reclamo no desarrollado en los tres minutos dados a los convencionales, por la mesa directiva. Los partidarios de la ultraderecha liberal, sin ser convencionales no tuvieron límite de tiempo para expresarse.
LUIS ALBERTO WAGNER, CONTÓ SU VERDAD
Durante la alocución, el senador Luis Alberto Wagner, pudo ser escuchado entrecortado, debido al abucheo de la «patota» traída por el sector de derecha. Todo comenzó en el momento que Wagner, toco la «…pobreza del campo, las fumigaciones venenosas en los feudos, todo, sin que intervenga del gobierno de Cartes. Veto la ley del impuesto a la soja», «…se abusa y se les recorta el sueldo a los maestros del magisterio» ¿Y así, llegaremos a un acuerdo con el Gobierno?… en ese instante el estadio estallo, moros y cristianos gritaban su verdad.
Una joven mostro a los convencionales presentes una remera con la frase; «No a la APP de Cartes», la ley de alianza público-privada. Recordemos que la propuesta fue apoyada por la mayoría de los diputados liberales, entre ellos el legislador de Alto Paraná Carlos Portillo, que según la joven; «…uno de los adherentes de Portillo se abalanzó hacia ella mientras que el diputado la acusó de ser quien inició la gresca.
Sus voceros declaran su lealtad irrestricta al gobierno, pero apoyan las marchas de la oposición y algunos de sus parlamentarios se especializan en torpedear iniciativas gubernamentales.
El estado actual del PLRA es de fluidas divisiones internas y nuevas alianzas. Parte de la «renovación» encabezada por la centro izquierda del partido, Domingo Laíno, Luis Alberto Wagner, se junta a la «nueva izquierda» y como figura visible, José «Pacova» Ledesma, al «tercerismo» y a otros grupos pequeños le quitaron el partido a la cúpula imperante hoy. Este hecho inauguró lo que para la oposición partidaria es una mesa «monocorde», aunque en realidad corresponde al llamado tronco histórico y parte importante de él.
Actualmente el PLRA en un partido de estructura y conducción burocrática, con un vínculo clientelar con el Estado. El pensamiento propiamente liberal es producto de núcleos aislados, y no de una acción colectiva. La parte más mediática corre por cuenta de los parlamentarios, los que constituyen un contingente de caudillos regionales o locales, con una cuota de poder dentro del partido.
Con un congreso programado en agosto 2013 y una elección de nuevas autoridades en dos años más, el conjunto de grupos y tendencias ya está en plena actividad.
Lo que más les mueve son las elecciones a municipales en el 2015 y posteriormente la definición del candidato presidencial. Para incidir, dicen los grupos, hay que posicionarse respecto de las elecciones municipales del 2015; y para eso es indispensable ganar las internas partidarias e influir en la lista de candidatos.
Es decir, todo se retrotrae al presente, a una medición de poder y a la especulación de quién es el mejor candidato presidencial para volver a ganar. El PLRA no espera nada más de este Gobierno, aunque no lo diga, excepto que no siga «metiendo la pata» hasta hacer imposible un nuevo triunfo junto a la izquierda.
Esta agrupación política, que más parece un barrio lleno de chismes dentro de un territorio virtual donde conviven las más distintas tendencias, tiene el valor de lo simbólico para la centro izquierda paraguaya. Y es juzgado como tal. A usar esa imagen especulan como todos los aparecidos después del Golpe Parlamentario, y que hoy volvieron a esconderse, poniendo una nota de suspenso en cuanto a una candidatura presidencial alternativa, pero con exigua claridad programática y siempre por fuera del partido.
LA POLÍTICA DE LOS ACERTIJOS
Al parecer, los imaginarios intendentables y presidenciables fueron ya capturado por la incredulidad de la gente, el estilo directo y «chonguero», ya fue consumido por el enigma o adivinanza que se propone como pasatiempo, aunque siempre ronda la percepción, al menos en la elite ilustrada del partido, de que su corazón está con la gente que conoció en esa bomba de racimo político que fue la Alianza del 2008, incluso de la cristalización posterior de parte de ella en la elección de intendentes, eso, no se avizora a corto tiempo.
El tronco común de esa Alianza, fue siempre un buen antídoto frente al tronco histórico de los partidos tradicionales. Y es un club de poder sin ideologías, apto para los trances políticos del presente.
El menosprecio al campesino pobre, que sufre por la industrialización agrícola, el desconocimiento de las necesidades del ciudadano de a pie, su tibio y tardío ingreso a su problemática lo dejan como un tercer mejor partido, pese a la voluntad de la mayoría, que algunos se repiten el plato.
El tema central es la izquierda moderada o neo-liberalismo, ideas que siempre fueron de destiempo, y que se manifiestan en un enorme temor a competir electoralmente.
Esta vez, sin un perfil claro será muy difícil que el liberalismo llegue a un buen puerto. Entonces, pese a ser cualquier candidato una buena carta y tener el apoyo mayoritario de su partido, puede ser que la duda y la distancia con los necesitados lo marginen, como se canta en el bolero, «…dicen que la distancia es el olvido», aunque él no conciba esa razón.
diciembre 2013.-